martes, 25 de octubre de 2011

El Hara y el KÍ Centro vital del ser humano


La energía ( KÍ )
Este concepto (KÍ) es de origen Chino-Japonés, estos pueblos, cuyos lazos de intercomunicación forman una sutil energía a la que dan el nombre de KÍ (Energía vital).
KÍ en japonés significa: corazón, aliento, soplo, temperamento etc., pero en general se refiere al fluido vital o energía que emana de la fuente universal de la vida a todo lo que existe.
El significado simbólico que atribuye a este ideograma se refiere a la “energía inicial manifestada”, ya sea de origen espiritual o material.
El KÍ es una energía dinámica, constante y universal, se encuentra en todas partes con constante flujo, animando todo lo existente y manifestándose de diferentes maneras.
Se dice que todos los hombres, incluso el más débil posee un KÍ, es decir, una fuerza interna muy grande que le es dada con la vida. Este KÍ es constante, tiene siempre el mismo valor, no disminuye ni aumenta y es el lazo de intercambio con el entorno y el universo. Pero la persona puede no estar en condiciones óptimas para recibirlo plenamente.
Según la física moderna, todo cuanto existe en el universo, incluido el hombre, esta constituido de una misma sustancia o energía, que se manifiesta de muchas maneras e innumerables grados de concentración.
Cuando los órganos de captación y asimilación del hombre están bien dispuestos para ello, la cantidad de energía que puede recibir es inagotable, mediante un flujo constante e ininterrumpido, de tal modo que percibir correctamente el KÍ, se traduce en una sensación permanente de energía, resistencia, decisión, etc..
Está recepción depende de gran manera de la actitud y el estado de ánimo. Los seres vivos absorben el KÍ mediante la respiración, el KÍ de la tierra mediante los alimentos.
También el pensamiento y la consciencia están animados por el KÍ, hasta el punto de hacerles crear un campo vibratorio de energía que afectará al estado físico del cuerpo. Para captar esta energía y sintonizarla se necesitan estos requisitos:

1- Tomar conciencia del centro de gravedad concentrándose en el Hara.
2- Respirar lenta y profundamente visualizando fluir la energía por todo el cuerpo.
3- Mantener una postura corporal correcta (vertical).
Está energía no desaparece, ni se disipa, ni se almacena, solo se transforma, se transmite (fluye) y puede canalizarse mediante la visualización mental.

El centro (HARA)
El lugar donde se encuentra el KÍ se llama HARA o centro, está ubicado aproximadamente cinco centímetros por debajo del ombligo. Este corresponde aproximadamente con el punto físico del equilibrio del cuerpo humano, que sería el centro de gravedad. Cuando un hombre posee HARA se dice:
El hombre que posee HARA “esta ahí” bien derecho, no es fácil que se tambalee o cambie de opinión. Aquel que domina la practica del HARA es también menos fatigable. Puesto que siempre logra recuperar el nexo con su centro, el hombre que esta en el HARA también sabe esperar. Cualquiera que sea la situación en la que se encuentre dará muestra de paciencia y siempre tendrá tiempo, puede esperar con calma sin sentirse obligado a intervenir si algo le desagrada. Cuanto mas haya avanzado en la práctica del HARA, habiendo aprendido a conocer esta fuerza que le confiere calma y paciencia, toma antes conciencia de aquellos momentos en que deja el centro, cayendo bajo el influjo del yo egocéntrico. Y con naturalidad y sin quererlo, recupera el centro.

El hombre que dispone de HARA, esta en calma. También el HARA ejerce una virtud curativa con respecto al nerviosismo, bajo cualquier forma que se presente. Desaparece la agitación y los ligeros movimientos involuntarios. Se podría decir que en el cuerpo se produce una reconciliación, una paz interior que no es sinónimo de falta de vida, sino expresión de una fuerza concentrada en el centro vital, fuente de seguridad, una armonía a la vez viva y apacible, de ese todo que es el hombre.
Quienes no disponen de HARA, pierden fácilmente la forma. Pronto montan en cólera, son de salud frágil, y ante las adversidades pierden pronto su porte. Por el contrario, en aquel que está el HARA, los motivos de irritación no le prenden, o bien dan paso a una enérgica reacción que es testimonio de la fuerza que le confiere el HARA.

Mas información en :
http://unavisiondelaikido.blogspot.com/2009/06/el-hara.html

http://masacritica.wordpress.com/2009/10/24/50-el-hara-centro-vital-del-ser/

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